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La angustia y la preocupación son gemelas inseparables. Hay cosas peores, pero la angustia y la preocupación son unos problemas que acechan a gran número de personas. Entre la angustia y el miedo existe una estrecha relación.
Una definición psicológica de Angustia; es un estado emocional penoso y de sufrimiento psíquico donde el sujeto responde ante un miedo desconocido. Además del dolor psíquico presenta cambios en el organismo como la sudoración, la taquicardia, temblores y falta de aire. Hay tipos de angustia y grados que llegan a la enfermedad psicológica, para lo cual se utilizan terapias como la psicoanalítica y los tratamientos farmacológicos, entre otros.

La angustia
es un sentimiento diferente al del miedo ya que éste último está referido a un objeto en particular, mientras que en la angustia se teme a algo desconocido.
Las personas desarrollamos mecanismos de defensa que nos protegen de la
angustia, pero que no siempre son eficaces. Al fracasar estos mecanismos defensivos aflora la angustia.

Los
niveles de angustia pueden ser varios, desde los menores hasta los más elevados montos de angustia, que terminan acompañando alguna enfermedad psicológica si se mantiene en el tiempo.
Afirma Lacan “es lo que no engaña”, la angustia es el sentimiento que experimentamos cuando sin motivo nos preocupamos en exceso por la posibilidad de que en el futuro nos ocurra algo temido sobre lo que no tenemos control y que, en caso de que sucediera consideraríamos "terrible" o haría que nos consideráramos personas totalmente inútiles. También podemos definir la angustia como sentimiento de amenaza cuya causa es por el momento desconocida pero que puede aparecer en el momento en que menos lo esperamos y revelar a todo sin excepción que somos unos incompetentes o personas totalmente ridículas.
La angustia es un veneno psicológico que puede causar mucho daño, sin embargo, hay salidas.
Puede considerarse a la angustia como una señal de alarma, al movilizar los diversos mecanismos de defensa de la personalidad ante distintas situaciones agresivas para ella.

El angustiado que consigue tomar el poder, puede obtener ventajas de su situación y con el tiempo controlar la angustia y elegir o construir un espacio vital donde le afecte menos e incluso desaparezca por completo. No olvides que en definitiva es un problema mental, que provoca sensaciones físicas reales, y por lo tanto, lo podemos modular, controlar, neutralizar, e incluso anular.

Creemos que la verdadera vida consiste en aprender y ello conlleva asumir riesgos, lo que no nos impide advertir que no es necesario hacer locuras. Se trata de proponerse objetivos que no estemos seguros de conseguir, buscar novedades que no estemos seguros de disfrutar, determinar mediante la experiencia lo que nos gusta y lo que nos disgusta y decidir qué queremos hacer con nuestra vida. No hay otros objetivos vitales que los que cada uno se marca.

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